Cada comienzo de año, posiblemente debido a ese esfuerzo por buscar motivaciones extra que nos ayuden a realizar -o al menos a intentar realizar- aquello que por nuestra propia voluntad se nos antoja muy complicado, diseñamos una lista de cosas que nos gustaría poner en marcha.
Haca años que no hago esa lista. Y no por falta de propósitos, sino porque la experiencia me ha convencido de que esos ímpetus que nos invaden después de las doce campanadas no son más que fuegos de artificio que ascienden hacia el cielo como estrellas inmortales, plenas de luz y de fuerza, estallan en los más alto en un concierto de explosiones de infinitos colores, para caer después lánguidas y oscuras, derrotadas. Prefiero ir cumpliendo propósitos con los pies en la tierra, confiando más en el trabajo diario y personal que en las efusiones colectivas y puntuales.
En lo que sí he invertido algo de tiempo ha sido en la elección de la primera subida del año a la web. ¿Un artículo en La pastilla verde? ¿Una entrevista? ¿Una noticia? ¿Una lectura recomendada? Finalmente me he decidido por esto último. ¿Qué mejor manera de comenzar un año -aunque estos días tengan la misma importancia que el resto- que leyendo y/o recomendando un libro? Y después de varias opciones sopesadas, me he decantado por el volumen que presento: «Navarra o cuando los vascos tenían reyes», considerada como la obra cumbre de Pierre Narbaitz.
No es un trabajo reciente. Originalmente se publicó en francés en el año 1978. Años más tarde, en 2007, la editorial Txalaparta, en colaboración con Nabarralde, editó su versión en castellano.
Para esbozar una reseña de Pierre Narbaitz, adjunto la que aparece en la Enciclopedia Auñamendi: Pierre Narbaitz
Del libro puedo decir que se trata de un viaje muy ameno y sumamente riguroso por la historia del Reino de Navarra, centrado especialmente en la figura de sus reyes. De todos, no sólo de los que por sus hechos o por cualquier otra circunstancia más nos puedan sonar. A partir de sus respectivas figuras, Narbaitz nos esboza el encaje político de aquel gran reino a través de los siglos.
Personalmente, considero este trabajo -dejando a un lado su encomiable tarea de documentación y de redacción-, como una lectura recomendada para conocer una historia a menudo ocultada y casi siempre mal contada.