La redacción de una novela histórica, si se quiere respetar con el máximo rigor posible la Historia, implica una exigente y generosa labor de documentación.
A veces resulta una tarea tediosa (por ejemplo, para mi novela sobre César Borgia me pasé casi un año leyendo antes de escribir la primera frase), pero el premio es altamente gratificante: conocimiento.
Siempre he sido un aficionado-amante de la Historia, siempre he leído mucho y documentándome para mis novelas me he hecho casi un «experto» en temas concretos. Gracias a ello han sido bastantes los lugares a los que, solo o en compañía, me han invitado para presentar mis novelas o para dar una charla sobre un tema concreto.
- Años desconocidos de Iñigo de Loyola. Aquí abordo la vida de Iñigo de Loyola, el futuro San Ignacio de Loyola, en los años transcurridos hasta el momento de su herida en Pamplona.
- Señores de la Guerra y de la Tierra. Tema apasionante por cuanto reúne de bélico, aventurero y novelesco, pero tratado desde la visión de la influencia que estos Parientes Mayores ejercieron sobre la vida social, jurídica, económica y política de los últimos siglos de la Edad Media en el País Vasco.
- Vida y costumbres del País Vasco en la Edad Media. Un repaso general de algunos de los aspectos cotidianos de aquellos tiempos en el País Vasco y, de algún modo, las diferencias existentes con Castilla. Lejos de una avalancha de nombres, fechas, hechos, prefiero las anécdotas, las curiosidades, las cosillas del día a día, algunas de las cuales sorprenden por haber permanecido vigentes hasta no hace demasiados años.
- César Borgia. Un repaso por la vertiginosa vida de este fascinante personaje, hijo del Papa Alejandro VI. Cardenal, Capitán de los Ejércitos Pontificios, Duque del Valentinois... Auge y caída de una de las figuras más controvertidas de la Historia.
- La Tierra y Valle de Ayala en la literatura. Un viaje a través de los siglos, de los autores y de los formatos en que la Tierra y el Valle de Ayala aparecen en los escritos, desde los primeros textos conocidos hasta el día de hoy.
Casas de Cultura, museos, institutos, centros culturales, bibliotecas... Cualquier lugar es bueno para hablar de Historia.
Siempre es un placer compartir, pues siempre se aprende algo.