El rugido del Tigre
Al igual que en tantas otras profesiones, saber envejecer con dignidad es todo un mérito, especialmente si esa profesión se desarrolla de cara al público y en el ámbito de la fama. Demasiado a menudo vemos actores, actrices, cantantes, artistas en general que, no resignados a retirarse, a dejar de estar en boca del público, a poner punto final a su carrera, en definitiva, a dejar de ser lo que fueron, se someten a operaciones quirúrgicas que no siempre obtienen los resultados apetecidos o se empeñan en arrastrarse por los escenarios o la pantallas con más pena que gloria.